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Suenan vientos de cambio...
lunes, 21 de noviembre de 2011
sábado, 19 de noviembre de 2011
viernes, 22 de abril de 2011
jueves, 7 de abril de 2011
SECUÉNCIAS
Llaman a la puerta.Abro.Tres hombres.Me preguntan.Les respondo con una negativa.Me insultan.Me empujan y pasan dentro; los tres.El miedo me asalta.Me dan una hostia; otra.Hostias a espuertas.Intento protegerme.No lo consigo.Más preguntas.Otra negativa mía; otra hostia.
El suelo se mancha de sangre; de mi sangre.Siento frío y eso que me están calentando.A mi mente vienen recuerdos escolares: qué extraño, no lo entiendo.Vuelvo a la realidad con un puntapíe en el culo.Caigo al suelo.Me limpio la sangre.Más patadas, más insultos, amenazas.El grande me lavanta; vuelve a preguntar; “no sé de qué me hablas”.Otro guantazo y de cabeza al sillón.
Paran de hostigarme.Se fuman un cigarrillo mecánicamente; los tres.Beben un whisky, mi whisky; ¡hijos de puta!, los tres.Me acuerdo de Eva; creo que aún la quiero.Los cigarrillos acaban apagándose en mis brazos; grito, otra hostia, ¡klass!.Me desmayo...
...Despierto.No estoy en casa.Abro los ojos; la veo.Una mujer, es guapa se parece a Eva, creo que aún la quiero.Me explica.Articulo algo con mi partida boca.Me pide calma; que no hable.Cierro los ojos.Veo a Eva.
Nunca debí dejar a la hija de un gángster.
El suelo se mancha de sangre; de mi sangre.Siento frío y eso que me están calentando.A mi mente vienen recuerdos escolares: qué extraño, no lo entiendo.Vuelvo a la realidad con un puntapíe en el culo.Caigo al suelo.Me limpio la sangre.Más patadas, más insultos, amenazas.El grande me lavanta; vuelve a preguntar; “no sé de qué me hablas”.Otro guantazo y de cabeza al sillón.
Paran de hostigarme.Se fuman un cigarrillo mecánicamente; los tres.Beben un whisky, mi whisky; ¡hijos de puta!, los tres.Me acuerdo de Eva; creo que aún la quiero.Los cigarrillos acaban apagándose en mis brazos; grito, otra hostia, ¡klass!.Me desmayo...
...Despierto.No estoy en casa.Abro los ojos; la veo.Una mujer, es guapa se parece a Eva, creo que aún la quiero.Me explica.Articulo algo con mi partida boca.Me pide calma; que no hable.Cierro los ojos.Veo a Eva.
Nunca debí dejar a la hija de un gángster.
miércoles, 23 de marzo de 2011
PROXIMO LANZAMIENTO “DESPUÉS DEL ROCK, PSICODELIA, POSTPUNK, ELECTRÓNICA Y OTRAS REVOLUCIONES INCONCLUSAS”
Cual si fuese la primera escena de un filme ideado por el mejor de los guionistas Hollywodienses, todo empezó con un correo electrónico enviado a varios de los centros neurálgicos del sistema, proceso técnico, acceso al documento, hemeroteca etc, etc.
Después se fueron sumando otras facciones véase becarios, profesorado e inclasificables dentro de la misma ecosfera bibliotecaria. No son las Natalies woods, ni tan siquiera los Richards Beymers que allá en el 61 argumentaban bajo la mano de Robert Wise y con música de Bernstein una adaptación de Romeo & Julieta de Shakespeare, ni falta que les hace pues poseen algo indudablemente mejor, la ilusión.
martes, 22 de marzo de 2011
viernes, 11 de marzo de 2011
miércoles, 9 de marzo de 2011
lunes, 14 de febrero de 2011
De la pitanza y el vinazo
Cuando concebí este relato no fue exactamente como ahora lo expongo. Después de una conversación telefónica con mi amigo José Luis López me vi obligado, y digo obligado porque reconozco que me gustó más el desarrollo y la acción de los protagonistas que la mía propia, a introducir algunos cambios sin variar, eso sí, la idea original.
Después de fumar algún que otro cigarrillo en la ventana y pasear haciendo un monólogo constante entre yo y yo mismo, convine en llamar a este relato, cuento o como ustedes deseen denominarlo:
A FUEGO LENTO
Introduje el compacto en el reproductor y Conner Reeves inundó la estancia con su ‘’The first time i ever saw your face’’.
Tenia casi todo a punto; “las ocho”, me dije mentalmente mientras miraba el reloj y me colocaba las gafas en una región más optima de la nariz, donde ambas se sentirían mejor.
Coloqué dos candelabros Alejandrinos, cada uno en un extremo de la mesa, sobre la blancura del mantel; previamente mantuve una encarnizada batalla en la elección de las velas que actuarían de faro en tan blanco mar, decantándome al final por las de esencia de melocotón.
El prefacio, como en los buenos libros, véase cualquiera de Borges, fue directo, corto y conciso:
Un Brisa ligeramente adulterado con algo más de Marnier que de costumbre y unas ostras al mar hicieron las presentaciones.
Sobre el mar gelatinoso de la bandeja se dejaban mecer con una sutil suavidad dos húmedas ostras, como mi alma se mecía en su mirada, acentuando esta grata sensación la nata montada a modo de espuma de mar, la misma que encontraba yo en los suaves destellos almibarados de sus ojos.
Era hermosa a rabiar y arrobaba en mi persona no sólo con su cuerpo sino con su discurso calmo y meloso que no cabe duda captaba la atención de cualquiera. De ademanes perfectos como trazando fuegos artificiales con las manos, manos de niña, manos buenas y amables.
Por ser agosto de rigurosos e implacables calores opte por entreabrir las ventanas colándose así sin permiso alguno un ligero airecillo que aunque subido de grados nos erizo parcialmente el vello.
Esto no fue impedimento para que sintiéramos en nuestros labios el agradable granizado de gazpacho con jugo de pepino verde, sensación que calmarían unas vieiras con higos, puré de aceitunas y una sopa fría del Líbano privada esta ultima del yogur pues no era del agrado de mi bella acompañante.
Las tartaletas de gambas con habitas y unas bolitas de queso endiablado abrieron camino magistralmente a un Raimat del 98 rosado. El color a frambuesa vivaz se mezclaba con su silueta a través de la copa desfigurándola a capricho del brebaje, como si hubiese retrocedido en el tiempo y me encontrara viendo una de esas primeras películas en color y en cinemascope dónde los colores no dejan adivinar a los actores.
El torrente de su cuerpo se magnificaba por momentos elevando la temperatura de la sala, haciendo de este modo que brotara la chispa del más calcinador de los incendios. Esa chispa que nace en los intestinos y repta lentamente hacia la garganta impidiendo articular palabra alguna pues entre cuerpo y mente deja de actuar la concordancia plena, abocándote sin remisión a caer en el ridículo más espantoso.
Entre risas y algún comentario digno del mejor guión cinematográfico buscamos la mar en unas almejas al estilo vista alegre, mejillones fritos con albahaca y unas cigalas al estragón con salsa de menta, los últimos sorbos de un Valdeamor blanco del 98 dieron paso a unas cocochas de merluza al chocolate amargo en el cual reconocí su pelo destelleante descansando en el mullido respaldo de la silla.
Todo era perfecto bastaba con admirar el brillo de sus almendrados ojos y los sensuales movimientos de sus labios para adivinar sus sensaciones.
Unos huevos de codorniz y gambas sobre puerros gratinados cumplieron correctamente el objetivo de conducirnos a paladear una babilla de ternera a la miel, miel intensa, aterciopelada, confortable como el iris de sus ojos, a la que hizo los honores el intenso color rubí de un Dehesa de los canónigos del 94.
La dulzura del momento fue amortiguada con una exquisita mousse de menta granizada y unos crepés de naranja adornados con nata normanda, el Pedro Ximénez del 27 hizo aumentar mágicamente la melosidad en sus labios que para mi fortuna se ofrecían temblorosos, con recato, en la búsqueda de una caricia de la misma naturaleza.
Pudiendo asegurarles que tan sugerente pregunta obtuvo respuesta.
Después de fumar algún que otro cigarrillo en la ventana y pasear haciendo un monólogo constante entre yo y yo mismo, convine en llamar a este relato, cuento o como ustedes deseen denominarlo:
A FUEGO LENTO
Introduje el compacto en el reproductor y Conner Reeves inundó la estancia con su ‘’The first time i ever saw your face’’.
Tenia casi todo a punto; “las ocho”, me dije mentalmente mientras miraba el reloj y me colocaba las gafas en una región más optima de la nariz, donde ambas se sentirían mejor.
Coloqué dos candelabros Alejandrinos, cada uno en un extremo de la mesa, sobre la blancura del mantel; previamente mantuve una encarnizada batalla en la elección de las velas que actuarían de faro en tan blanco mar, decantándome al final por las de esencia de melocotón.
El prefacio, como en los buenos libros, véase cualquiera de Borges, fue directo, corto y conciso:
Un Brisa ligeramente adulterado con algo más de Marnier que de costumbre y unas ostras al mar hicieron las presentaciones.
Sobre el mar gelatinoso de la bandeja se dejaban mecer con una sutil suavidad dos húmedas ostras, como mi alma se mecía en su mirada, acentuando esta grata sensación la nata montada a modo de espuma de mar, la misma que encontraba yo en los suaves destellos almibarados de sus ojos.
Era hermosa a rabiar y arrobaba en mi persona no sólo con su cuerpo sino con su discurso calmo y meloso que no cabe duda captaba la atención de cualquiera. De ademanes perfectos como trazando fuegos artificiales con las manos, manos de niña, manos buenas y amables.
Por ser agosto de rigurosos e implacables calores opte por entreabrir las ventanas colándose así sin permiso alguno un ligero airecillo que aunque subido de grados nos erizo parcialmente el vello.
Esto no fue impedimento para que sintiéramos en nuestros labios el agradable granizado de gazpacho con jugo de pepino verde, sensación que calmarían unas vieiras con higos, puré de aceitunas y una sopa fría del Líbano privada esta ultima del yogur pues no era del agrado de mi bella acompañante.
Las tartaletas de gambas con habitas y unas bolitas de queso endiablado abrieron camino magistralmente a un Raimat del 98 rosado. El color a frambuesa vivaz se mezclaba con su silueta a través de la copa desfigurándola a capricho del brebaje, como si hubiese retrocedido en el tiempo y me encontrara viendo una de esas primeras películas en color y en cinemascope dónde los colores no dejan adivinar a los actores.
El torrente de su cuerpo se magnificaba por momentos elevando la temperatura de la sala, haciendo de este modo que brotara la chispa del más calcinador de los incendios. Esa chispa que nace en los intestinos y repta lentamente hacia la garganta impidiendo articular palabra alguna pues entre cuerpo y mente deja de actuar la concordancia plena, abocándote sin remisión a caer en el ridículo más espantoso.
Entre risas y algún comentario digno del mejor guión cinematográfico buscamos la mar en unas almejas al estilo vista alegre, mejillones fritos con albahaca y unas cigalas al estragón con salsa de menta, los últimos sorbos de un Valdeamor blanco del 98 dieron paso a unas cocochas de merluza al chocolate amargo en el cual reconocí su pelo destelleante descansando en el mullido respaldo de la silla.
Todo era perfecto bastaba con admirar el brillo de sus almendrados ojos y los sensuales movimientos de sus labios para adivinar sus sensaciones.
Unos huevos de codorniz y gambas sobre puerros gratinados cumplieron correctamente el objetivo de conducirnos a paladear una babilla de ternera a la miel, miel intensa, aterciopelada, confortable como el iris de sus ojos, a la que hizo los honores el intenso color rubí de un Dehesa de los canónigos del 94.
La dulzura del momento fue amortiguada con una exquisita mousse de menta granizada y unos crepés de naranja adornados con nata normanda, el Pedro Ximénez del 27 hizo aumentar mágicamente la melosidad en sus labios que para mi fortuna se ofrecían temblorosos, con recato, en la búsqueda de una caricia de la misma naturaleza.
Pudiendo asegurarles que tan sugerente pregunta obtuvo respuesta.
viernes, 11 de febrero de 2011
The crying scene
Formada en 1981 en Glasgow. Su líder, Roddy Frame, tenía tan sólo 17 años. El resto de la formación eran Bernie Clarke (teclados), Campbell Owens (bajo) y Dave Mulholland.
The Best Aztec Camera
The Best Aztec Camera
EL INCUBO* LOCUAZ
UNO
Una vez retirada la ropa de cama y presta a sumergirse en los más sutiles sueños, deshízose de su camisón, que, habiendo resbalado por tan insigne cuerpo, cayó al suelo de la estancia quedando indolente y mudo. En esto, Doña Mariana de las mismísimas de torresaltas y otras hierbas, quedose perpleja al descubrir a tan gentil mancebo que al parecer se había colado por la ventana, y ofreciéndole sugerente brazo la invitaba a tomar un vino en su propia alcoba. La de las mismísimas se frotó los ojos, y al volver a abrirlos, encontrose de nuevo con su grato invasor, y digo grato porque el mozo era de ésos que el ‘’sexo de Eva’’ dice que ésta de buen dispensorio. Llegados a este punto, la doña apercibiose que se hallaba en cueros vivos e instintivamente llevó sus manos a tan deseados lugares, pero el mozuelo, que ya se encontraba desprovisto de cualquier vestigio de tela u otro tejido que pudiera tapar su pecaminoso atributo masculino, las apartó delicadamente y le ayudó a tomar asiento en una pequeña mesa donde se hallaban dos copas de vino tinto esperando a los comensales. Después de probar el delicioso caldo, la boca del hombre moviose articulando:
SOY TU AMANTE,
SOY SUMISO,
SOY LIVIANO.
MI NOMBRE ES JACARANDO
Y VENGO PARA LLEVARTE
AL MUNDO DE LA LUJURIA
SI APRIETAS FUERTE MI MANO.
Por entonces, el trago de vino empezaba a causar a Doña Mariana un grato efecto embriagador, perdiendo con él toda manifestación pudorosa o de otra índole...
DOS
La de las mismísimas de torresaltas, a estas alturas de su inesperado encuentro, ya tenia dentro grandioso aquelarre de demonios eróticos, por lo que desprovista de regla de cortesía alguna, lanzose ésta sobre el muchacho, como mamífero sobre ubre materna. Tal fue el ímpetu con que lo embistió que ambos rodaron por la estancia sobre la amplia alfombra que vestía el suelo. Aquí el hombre se dejó oír:
TE TRAIGO FUEGO DEL HADES
PALABRAS Y MALDADES.
EL PLACER TE QUEMARÁ
Y CULTURA ADQUIRIRÁS.
Acto seguido, colocó a la dama en sugestiva posición canida, quedando él en ventajosa retaguardia, penetrándola, violenta y a la vez sutilmente, con fuerza.
Aquélla (la noble, digo) acogió a su invitado con febriles muestras del más sonoro agrado, y al tiempo que el hombre se movía con el más vigoroso de los vaivenes nunca visto, acompañaba el movimiento soltando por la boca palabras malsonantes, que no contaremos por ser éste un relato para todos los públicos.
En esto, él se había puesto a hablar, y tras un breve prefacio sobre los pueblos celtas e íberos, recitó de pe a pa la lista de los reyes godos. Más tarde, desde los reyes católicos, pasando por Carlos I, hasta los Borbones, haciendo algún que otro inciso en Felipe V y la guerra de sucesión, pasó a desmenuzarle todos y cada uno de los Papas de Roma, intercalando sucesos históricos de cada época. Entre año y año, a la de las mismísimas la iba cambiando de posición a su antojo; unas veces arriba, otras abajo, ahora por aquí, ahora por allá. Después que le hubo comentado las dos guerras mundiales, le propinó un curso acelerado de filosofía, haciendo hincapié en Marx, Kierkegaard, Nietzsche. Luego pasó de la jarcha a Alberti; desde la pintura del siglo XII a la contemporánea parándose en los cuadros más emblemáticos de cada época. Y así una y otra vez, arte, literatura, historia, matemáticas, ciencia, idiomas, etc etc.
Un compendio del saber, el chaval. Y la doña para arriba, para abajo, para aquí, para allá...
Cuando empezó a pintar el día, llegó fin el final- valga la redundancia- y marchose tan docto amante por donde vino, dejando a Doña Mariana extenuada sobre la alfombra, no sin antes recomendarle algún libro de amena lectura.
Jamás hubo mujer tan culta desde ese día; tanto en conocimientos propiamente dichos como en conocimientos de alcoba.
* Dícese del diablo o demonio que según la opinión vulgar, con apariencia de varón tiene comercio carnal con una mujer.
jueves, 10 de febrero de 2011
Los amos de la Confiteria.
Grupo de Glasgow con un buen sentido de la melodia, su sonido a veces sucio nos retrotrae a los primeros años de Jimmy page, beben de fuentes como la Velvet y Lou reed.
El vocalista deja ver entre cortinas cierto parecido a Nico.
Truckload of Trouble
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PRINCIPE DE LOS LADRONES
Bienvenido al mundo de Chiflerio Castro, ladrón y pintor a su disposición.